#ElPerúQueQueremos

MÁS ALLÁ DEL ESCÁNDALO O LA POLÉMICA EN EL BOX FEMENINO OLÍMPICO EN PARÍS

Hablemos de los desórdenes del desarrollo sexual

La boxeadora Imane Khelif ¿se trata de transexualismo?, ¿es una mujer, pero con condiciones características masculinas? Acudimos a la ciencia biológica para despejar dudas y llevar el conocimiento y la razón a la polémica.

Herless Alvarez Bazán

Publicado: 2024-08-02

La autorización para competir otorgada por el COI a la boxeadora argelina es sujeto de controversia, porque en el campeonato mundial de boxeo femenino en Nueva Deli el año pasado, ella y una boxeadora de Corea del Sur fueron descalificadas por tener cromosomas masculinos XY, y por ende, presentar altos niveles de testosterona en su organismo.

El hecho es que la boxeadora argelina, cuando le preguntan (eso también lo ha dicho su familia), afirma que ella siempre ha sido mujer, se ha percibido como una mujer, sin embargo, se desconocen los detalles íntimos y, por lo tanto, no se sabe cómo son sus genitales.

Entonces la pregunta que salta inmediatamente es ¿cómo es esto lo del sexo biológico?, ¿no se supone que toda persona que nace XY, que son los cromosomas masculinos, debe tener órganos masculinos y ser hombre? ¿Y toda persona XX, que son los cromosomas femeninos, debe tener siempre órganos sexuales femeninos y, por lo tanto, es una mujer? Se supone que debería ser así, pues, la naturaleza nos dice que no es así.

Para eso tenemos que hablar de biología. Para la ciencia que investiga y aborda el tema de los seres vivos, considerando su estructura, funcionamiento, evolución, distribución y relaciones, no es un asunto binario, es decir, de blanco o negro, arriba o abajo, derecha o izquierda, así no es la biología. 

Entre lo masculino y femenino tenemos un amplio espacio de particularidades, llamadas también, “desórdenes del desarrollo sexual” o intersexo, que afecta una mínima (y por eso no quiere decir que no sea importante de tomar en cuenta) cantidad de seres humanos, entre el 0.5% a 1%. Es decir, existe, es real, y tiene que tomarse en cuenta.

Primero, lo primero: ¿Qué es el sexo biológico?

Es la definición fisiológica y genética de masculino o femenino que el médico asigna a todo recién nacido en función de sus genitales. Si es hombre, debe presentar pene y testículos, si es mujer, debe tener vulva. Y, por ende, se supone que eso debe corresponder también con los cromosomas XY, para el caso de los varones, y XX para las mujeres.

Pero como en la vida (la biología no escapa a eso) siempre hay excepciones muy importantes de saber, es que no siempre existe una correspondencia entre los cromosomas sexuales, es decir, el sexo genético o biológico, y el desarrollo de los genitales externos.

En términos más explicativos, existen casos de personas que nacen con cromosomas XY, en consecuencia, biológicamente varones, pero debido a un trastorno bioquímico en el desarrollo de los genitales, estos pueden adquirir una apariencia de genitales femeninos. 

Ese es el caso de la atleta sudafricana Caster Semenya, que fue acusada de lo mismo que la boxeadora argelina, de competir contra mujeres. Ella nació con cromosomas XY, es decir, biológicamente es un hombre, pero ella sufre de una condición que se llama “deficiencia de la 5 alfa reductasa”, y, por lo tanto, no puede convertir la testosterona que esta persona produce en una hormona que causa el desarrollo de los genitales masculinos. Debido a esa deficiencia bioquímica, la atleta sudafricana tiene genitales femeninos, a pesar de tener su sexo biológico XY o masculino.

Ordenarnos en el desorden del desarrollo sexual

Lo que sucedió con la boxeadora Khelif en París, se trata de un caso de desorden del desarrollo sexual o intersexo, que incluye a más de 40 condiciones de diferente combinación. Por ejemplo: puede haber mujeres nacidas con cromosomas XX que presentan desarrollo exagerado del clítoris y ausencia de vulva y pueden ser percibidos como varones; o como en el caso de la sudafricana Semenya, (que también correspondería a la situación de la boxeadora argelina, se señala como posibilidad, porque no se conocen los detalles oficiales del aspecto genital); que nació biológicamente varón (XY) pero que tiene genitales femeninos y, por lo tanto, médicamente se le asignó como mujer.

El punto central de este tema, para no solo conocerlo, sino traerlo al debate, es que la gente debe entender que la humanidad es diversa en todas sus características, no solo social, cultural, sino también en la parte sexual. 

Lo sucedido con el box femenino en París 2024  no tiene nada que ver con la percepción de género que origina a las personas transexuales; ni con la orientación sexual, que determina a las personas heterosexuales, homosexuales, bisexuales, asexuales, que es otro asunto, aspectos que no tienen que relacionarse con la discusión o polémica de la boxeadora argelina.

Si alguna conclusión o lección debemos aprender de lo sucedido con el box femenino de los Juegos Olímpicos de París 2024, es que los seres humanos somos diversos, y la clave está en antes de hablar u opinar al respecto sobre la base de creencias, subjetividades o reacciones emocionales; tenemos que informarnos, revisar y aprender conceptos científicos, acudir a la ciencia, para lograr coexistir los unos con los otros. Esto no quita que el Comité Olímpico Internacional (COI) tenga que abordar el tema de incluir o no a personas nacidas biológicamente como varones, en competencias deportistas de personas nacidas biológicamente como mujeres.

Ya, pero Imane Khelif ¿ex hombre o mujer?

Con la información que se ha dado a conocer o se conoce de manera pública, la boxeadora argelina genéticamente es hombre porque tiene cromosomas XY, pero presenta genitales femeninos, por eso médicamente fue asignada como mujer. No es una persona transexual, y no tiene nada que ver con temas de identidad de género y orientación sexual.

Y para los que mencionan que se trataría de un caso de una persona hermafrodita, precisar que ese término es antiguo, se usaba hasta hace unos 15 o 20 años que se usaba para señalar los casos de intersexo, que es el concepto y uso actual para referirnos a los desórdenes del desarrollo sexual.

En conclusión, hablamos del intersexo, cuando nace un bebé, el médico observa entre las piernas del recién nacido y al preguntar la mamá ¿doctor qué es?, el médico responde es varoncito, si vio que tiene un pene y testículos, y mujercita si presenta una vulva. Pero a veces el médico mira algo que parece una vagina o un clítoris que se asemeja a un pene, eso es el intersexo. Esto no tiene nada que ver con que luego el niño o la niña crezca y se identifique con ser un varón o una mujer (transexualismo) o que sienta atracción por personas de sexo contrario, de su mismo sexo, de ambos o no sienta ninguna atracción (orientación sexual).

A manera de resumen y para terminar de comprender la complejidad de la sexualidad humana, hay tres términos que deben quedar bien claros:

1 SEXO BIOLÓGICO Y EL INTERSEXO O DESARROLLO BIOLÓGICO SEXUAL.

2 GÉNERO QUE SE ADOPTA DESPUÉS.

3 LA ORIENTACIÓN SEXUAL.

Son tres cosas completamente diferentes, básicas y fundamentales que toda persona debe saber y entender. Y el caso de la boxeadora argelina se refiere específicamente al primer término SEXO BIOLÓGICO E INTERSEXO.

En una realidad como la nuestra, donde predomina la desinformación, el desconocimiento y abunda la opinión sin fundamentos y llenas de creencias o emociones y no razones, no olvidar lo que dijo el gran maestro Jean Piaget: 

“Lo que vemos cambia lo que sabemos. Lo que conocemos, cambia lo que vemos”.



Escrito por

Herless Alvarez Bazán

Trabajador textual por pago o por placer, sobre temas de ciencia, ecología, sociedad y cultura. Runner de caminos nuevos o no transitados.


Publicado en

ConCIENCIA

Artículos, notas e información sobre ciencia, sociedad, naturaleza y cultura.