Mi primera ultra maratón 50 kilómetros: el punto medio entre una maratón y una locura
Si correr una maratón (42km y 195mt) es una maravillosa y única amalgama de emociones y desafíos, imagínense completar una ultra maratón (50km). A continuación, comparto mi testimonio en la Lima Ultra Maratón 2024
Media noche del viernes 15 de marzo, al pie del litoral limeño, en la costanera del distrito de San Miguel. Playa, mar y un agradable clima de verano que se resiste a terminar. Estoy en la línea de partida. Todo es diferente, la hora de salida (primera vez que corro a la media noche y durante toda la madrugada), no hay una muchedumbre como suele suceder en carreras y maratones, ni tampoco miles de corredores, apenas unos 100 participantes donde no están tampoco los "elite" o famosos, pero sí estoy rodeado de un grupo de entusiastas runners entre jóvenes y veteranos, a pesar de que hay expertos y los que corren por primera vez una ultra maratón de 50 km y 80 km, todos somos uno.
La ultra maratón de 50 kilómetros no es solo una carrera; es un viaje a lo desconocido, por más que se entrene y se tenga la preparación física y sobre todo mental, es una aventura, es una apuesta personal que desafía los límites del cuerpo y mente. A menos de 4 kilómetros dejamos la costanera y subimos por la ruta de Marbella para recorrer el malecón de Miraflores. La gente noctámbula rumbo a su fiesta de noche de discoteca, sorprendidos de encontrarse con un grupo de locos corriendo, saludan y alientan al paso.
Los primeros kilómetros son un deleite. La energía del grupo, la frescura de la media noche y la adrenalina de un nuevo desafío me impulsan hacia adelante. Sin embargo, a medida que los kilómetros pasan, el terreno se vuelve más exigente y mi energía empieza a consumirse.
Regresamos por la misma ruta y bajamos nuevamente para entrar a la costanera. El verdadero reto comienza en el kilómetro 30, el famoso y tan temido “muero” para los maratonistas, ese punto donde la fatiga, los calambres y contracturas te dicen: “no más”, “hasta aquí llegaste”. Cada paso es una batalla, cada respiración, un esfuerzo consciente. El paisaje pasa a ser un borrón a mi alrededor mientras me concentro en mantener un ritmo constante. Fue aquí donde la soledad de la larga distancia se hace presente, y con ella, la reflexión.
En esos momentos de introspección, comprendí que correr una ultra maratón era más que un deporte; era una metáfora de la vida. Hay altibajos, momentos de euforia y desesperación, y la necesidad de perseverar a pesar de las adversidades.
Cruzo la meta, las emociones me inundan. Terminé con un tiempo de 6 horas y minutos, no sé en qué posición, ni me interesa. Estoy muy satisfecho y adolorido. No solo completo una distancia que parecía imposible, sino que hace trascender mis propias expectativas. La ultra maratón de 50 kilómetros me enseñó que los límites están para ser superados y que, con determinación y coraje, cualquier meta es alcanzable. Recorrido de significados y sobre todo, de descubrir por qué ir más allá de los 42.195 metros; es una travesía emocional que redefine límites y transforma vidas.
En resumen, correr una ultra maratón de 50 kilómetros por primera vez puede ser una experiencia desafiante, pero también increíblemente gratificante. Con la preparación adecuada, el apoyo de la comunidad de corredores y la determinación para alcanzar la línea de meta.
Este artículo es un tributo a todos aquellos que se atreven a soñar en grande y a enfrentar los desafíos que la vida les presenta. La ultra maratón no fue solo una carrera; fue una lección de vida que llevaré conmigo para siempre.