Segundo Halloween en pandemia marcado por restricciones, discusiones y sobre todo aún incertidumbres y temores sobre el COVID. Definitivamente las celebraciones no serán las mismas, y qué mejor oportunidad para incorporar algunos cambios, por ejemplo, presentar a continuación una relación de curiosidades e imágenes que parecen ciencia ficción, pero nada más lejos de la realidad, y sobre todo ayuden a sobrellevar esta fecha de manera diferente, reflexionando.

El animal más “terrorífico” del mundo

El 8 de junio de 1963, el Illustrated London News publicó la siguiente historia sobre una exposición en la casa de los gorilas del zoológico del Bronx en la ciudad de Nueva York. 

La exhibición les decía a los visitantes: 

«Están viendo el animal más peligroso del mundo. Solo él, de todos los animales que han vivido, puede exterminar (y lo ha hecho) especies enteras de animales. Ahora tiene el poder de acabar con toda la vida en la Tierra».

El Illustrated London News informó:

En la Casa de los Grandes Simios del Zoológico de Nueva York se verá una exhibición de gran interés y que habla por sí misma. La exhibición en cuestión es la de «El animal más peligroso del mundo» y es manejada por las autoridades del zoológico con una destreza nada sutil. Entre las jaulas de los gorilas de montaña y los orangutanes hay un compartimento con barrotes y la leyenda que se puede leer en la fotografía de arriba: los visitantes, atraídos por la proclamación en la parte superior de la jaula, se paran y miran dentro de la jaula.

Lo que ven es, sin duda, el animal más peligroso del mundo, y el comentario frecuente de los visitantes es «¡Es verdad!» porque se están mirando en un espejo con barrotes. Y hay una considerable verdad en esta simple, pero efectiva declaración que se hace.

El mensaje era claro.

Las oscuras golondrinas

Las golondrinas oscuras se juntan en comunidad, generalmente de noche. En una fría mañana en Jimna Ranges de Queensland, el fotógrafo Ken Cross se encontró con una ráfaga de plumas. En una inspección más cercana, se dio cuenta de que era un grupo de golondrinas oscuras. ¿Amenazantes, tétricas o presagio de muerte?

La impresionante imagen nos trae inevitablemente el famoso poema de Gustavo Adolfo Bécquer: Volverán las oscuras golondrinas, una oda a la fatalidad y al amor perdido.

Ojos de araña

Las creencias populares o leyendas dicen que los ojos del perro ven fantasmas. Para la ciencia los fantasmas no existen, quizá esta irracional atribución a nuestros amigos caninos se deba a sus grandes capacidades sensoriales olfativas, auditivas y visuales de percibir el peligro (numerosos estudios y experimentos científicos así lo registran y comprueban), ha hecho que se asocie ello con el ver “espíritus”.

Si bien las arañas no se asocian para nada con lo mencionado, la imagen que se muestra parece graficar la mirada de sorpresa de estos arácnidos ante lo natural ¿o lo sobre natural?

Solitario caminante

A muchos la soledad les aterra, peor aún si se trata de caminar solos en la noche y en la nada. Este no es el caso de un solitario pingüino barbijo (Pygoscelis antarcticus) que pasea sobre un gran iceberg en aguas de la Antártida.

No es un ser de aterradora ficción es real

No es un ser de una película de ciencia ficción sobre criaturas extraterrestres, es absolutamente real y terrestre. Se trata de un tardígrado, el ser vivo en el planeta considerado por los científicos como prácticamente indestructible. Este animal microscópico es uno de los más pequeños del mundo, aproximadamente mide solo 1 milímetro y medio. Pero puede sobrevivir en las condiciones más extremas, desde el fondo del océano a la cima del Everest. Un dato para nada menor: es el primer animal en sobrevivir en el espacio. Si la vida en la tierra tiene futuro, no está en las cucarachas como se suele decir, sino en los tardígrados.

La otra cara del sol

“La otra cara de la luna” popular frase y título de la novela de Hilari Raguer se utiliza para señalar una situación que oculta algo (sobre todo malo), de misterio ¿de horror?. En este caso, el sol, quién lo diría con lo luminoso y brillante que es nos muestra su cara más terrorífica.

Los vampiros existen, pero los reales no son de Transilvania

La bacteria “vampiro” más conocida no es otra que Vampirovibrio chorellavorus, y forma parte de un pequeño grupo de microbios que son capaces de comportarse como auténticos chupasangre. Su modus operandi es sencillo: localizan a una bacteria que se convertirá en su presa, se fijan a ella y absorben todo su contenido hasta que la dejan totalmente vacía. No es la única especie que tiene este tipo de comportamiento. También Micavibrio aeruginosavorus, Bdellovibrio bacteriovorus, Vampirococcus y unas cuantas más llevan a cabo prácticas similares. En el caso concreto de Vampirococcus, la especie solo se ha descrito en España, en el lago Estanya y en el lago Ciso.

¿Hay que temerles entonces? En absoluto. Afortunadamente, no parecen ser patógenas para humanos o animales. Incluso podrían ser útiles dada su capacidad de atacar a otras bacterias. Los científicos usan “bacterias vampiro” de forma experimental como antibióticos vivos para el tratamiento de determinadas infecciones. También se han empleado para reducir la cantidad de bacterias en aguas contaminadas.

Microbios gigantes

Imaginemos una persona que midiera ochocientos metros y tuviera una envergadura de casi 300 metros. Pues bien, ese sería el símil para los virus y bacterias que podemos considerar gigantes, auténticos mastodontes si los comparamos con los tamaños habituales de estos tipos de microorganismos.

Mimivirus, Pandoravirus y Pithovirus forman parte del mundo de los virus gigantes. Los Mimivirus se aislaron en muestras marinas. Todos ellos tienen tamaños hasta mil veces mayores de los habituales, pudiendo incluso ser mayores que muchas células.

En cuanto a las bacterias gigantes, hay dos que resultan absolutamente sorprendentes, Epulopiscium fishelsoni y Thiomargarita namibiensis. Ambas lo suficientemente grandes para poder observarlas a simple vista, sin necesidad de microscopio.

La primera de ellas vive en el intestino de un pez del Mar Rojo y de la Gran Barrera de coral australiana. Mide aproximadamente 80 x 600 micras, lo que viene a ser unas mil veces más que cualquier bacteria normal. Pequeña si la comparamos con la bacteria marina llamada Thiomargarita namibiensis. Su nombre significa “perla de azufre de Namibia”, tiene forma esférica y mide 800 micras.

Bacterías “comecarne” y caníbales

Existen bacterias “comecarne”, así denominadas porque tienen la capacidad de destruir la piel y los tejidos de las personas o los animales a los que infectan. Actúan de forma muy rápida y destruyen los músculos y el tejido conectivo, extendiéndose por todo el cuerpo. Entre estas bacterias “comecarne” tenemos por ejemplo a Vibrio vulnificus o Streptococcus pyogenes.

Para colmo, entre los virus y las bacterias también se han descrito comportamientos de canibalismo. Por ejemplo, cuando la bacteria Bacillus subtilis se encuentra en condiciones extremas de falta de nutrientes, algunas células excretan sustancias que acaban con las bacterias cercanas. De esta forma, disminuye la competencia y además utilizan como nutrientes los restos de las bacterias muertas.

Microbios zombis

Determinadas bacterias tienen un comportamiento que recuerda mucho al que asociamos a los zombis. Teóricamente están muertas, pero pueden volver a la vida en ciertas circunstancias y, en algunos casos, causar graves problemas sanitarios.

Sin ir más lejos, las esporas de la bacteria del carbunco, Bacillus anthracis, pueden mantenerse durante cientos de años en el ambiente. En Siberia, estas esporas se encontraban en zonas que permanecían congeladas. Pero con el cambio climático, el hielo se ha derretido. Los renos comen en suelos contaminados con estas esporas y se enferman. Las esporas también llegan al agua, y se conocen casos de niños que han enfermado como consecuencia.

Otra especie de este género, Bacillus subtilis, es capaz de resistir la escasez de nutrientes pasando a un estado durmiente que le permite sobrevivir durante meses. No forma esporas de resistencia, sino que disminuye su metabolismo hasta el extremo de quedar prácticamente inactiva.

No acaba ahí la lista de microcriaturas fantásticas. Tenemos también a los hongos del género Cordyceps , que infectan artrópodos. Se alimentan, crecen y desarrollan dentro del animal, y llegan a manejar su metabolismo casi totalmente. Cuando el hongo se ha desarrollado por completo, es mayor que el artrópodo que lo alberga. Como podemos ver en este vídeo, destruye al animal y aparece desde el interior del cadáver, con aspecto de tentáculos.

Y aunque no es exactamente un microbio, otro organismo digno de mencionar en Halloween es Xylaria polymorpha, un hongo inofensivo, pero de aspecto terrorífico. Lo llaman “dedos de muerto”, crece en restos de árboles podridos y más vale no encontrarlo de noche porque su aspecto se confunde con el de unos dedos humanos surgiendo de entre la vegetación.

No acaba ahí la lista de microcriaturas fantásticas. Tenemos también a los hongos del género Cordyceps , que infectan artrópodos. Se alimentan, crecen y desarrollan dentro del animal, y llegan a manejar su metabolismo casi totalmente. Cuando el hongo se ha desarrollado por completo, es mayor que el artrópodo que lo alberga. Como podemos ver en este vídeo, destruye al animal y aparece desde el interior del cadáver, con aspecto de tentáculos.

Y aunque no es exactamente un microbio, otro organismo digno de mencionar en Halloween es Xylaria polymorpha, un hongo inofensivo, pero de aspecto terrorífico. Lo llaman “dedos de muerto”, crece en restos de árboles podridos y más vale no encontrarlo de noche porque su aspecto se confunde con el de unos dedos humanos surgiendo de entre la vegetación.

Para finalizar de la mejor manera un día de Halloween ConCiencia recordar la siguiente frase del filósofo, escritor y poeta norteamericano Ralph Waldo Emerson:

“El conocimiento es el antídoto contra el miedo”

Ahora sí, disfruten su Halloween sin miedo y con ciencia.