EN EL DÍA Y LA SEMANA DE LA CULTURA CIENTÍFICA
La incultura nuestra y prácticamente universal de todos los días
Analfabetos (los que no saben leer y escribir) siempre han existido y aún existen en muchas sociedades, como la nuestra, llamadas “subdesarrolladas”, justamente señaladas así por países que acabaron entre otras cosas con el analfabetismo. De otro lado, la incultura y la ignorancia las habíamos vivido siempre (o mejor dicho en el pasado) como una vergüenza, ya sea en su expresión privada y sobre todo pública.
En la actualidad, a pesar de tener a disposición las TIC (tecnologías de información y comunicación); utilizar la palabra inteligente o “Smart” (en inglés) para los teléfonos, edificios hasta ropa; y las siglas "IA" para hablar de inteligencia artificial (¿será por eso que lo “Smart” no se aplica a las personas?); nunca como ahora, la gente había presumido de no haber leído un libro en toda su vida. De no importarle nada que pueda oler levemente a cultura o que exija una inteligencia mínimamente superior a la del primate.
Debemos inculpar en primer lugar de esta situación a tanto político perverso, gobernantes y gobiernos. Gracias a ellos los analfabetos de hoy son los peores porque saben leer y escribir, pero no ejercen, por eso se les llama analfabetos funcionales. Cada día son más los políticos y el poder político que se encarga de "cuidar" y fomentar la incultura.
En segundo lugar, tenemos a los medios de comunicación, no solo los tradicionales o convencionales (periódicos, radio y sobre todo la televisión) sino también en sus formatos digitales o multimedia, que llevan una cruzada o campaña de incultura desde hace décadas y cada vez se hace más a la medida de ella.
Los medios, formatos y estilos compiten en ofrecer contenidos, programas y productos informativos o como ellos llaman de "comunicación" pensados para una gente que no lee, que no entiende, que hace a un lado la cultura, que solo quiere que la diviertan o que la distraigan, ya sea con la conocidísima fórmula de crónica roja, llena de los crímenes más brutales; la de “espectáculos” o farándula con los más sucios trapos de la miseria humana; alimentar el morbo o el miedo con fines políticos, de negacionismo y desinformación de sectores ultraconservadores como viene sucediendo con la pandemia del COVID.
El mundo actual se está creando a la medida de esta nueva mayoría, para la cual todo es superficial, frívolo, elemental, primario, de manera que ellos puedan entenderlo y digerirlo. Esa es socialmente la nueva clase dominante, que impone su falta de gusto y sus morbosas reglas, aunque ignoran -entre otras cosas- que siempre será la clase dominada, precisamente por su analfabetismo y su incultura.
Por eso, hoy martes 28 de setiembre que en el mundo desde hace unos años se celebra el “Día de la cultura científica” y en el Perú por primera vez, no solo a los científicos, profesores, ingenieros, periodistas y divulgadores del conocimiento, hombres, mujeres, adultos, jóvenes, niños y a todos los que no nos conformamos con tan poco, los que aspiramos a un poco más de profundidad, un poquito más, a pesar de las muchas derrotas, no nos dejemos derrotar ni permitamos que la gente sea derrotada por la ignorancia y la incultura.
Puede haber muchas definiciones de cultura, incluyendo la de cultura científica, pero desde los científicos hasta cualquier persona, todos debemos hacer el esfuerzo de aceptar plenamente que la incultura es el criterio supremo o "autoridad" que creemos tener al hablar o escribir para juzgar a todos y a todas las cosas, sin antes juzgarnos a nosotros mismos.
Ahora sí a disfrutar del Día y la semana de la cultura científica a través de actividades programadas entre otros en el Perú por el CONCYTEC y a nivel internacional por el SOMEDICYT de México.