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LAS TRES RAZONES FUNDAMENTALES QUE PROPONE EL ACUERDO DE ESCAZÚ

EL CONGRESO DECIDIÓ ENCARPETAR LA RATIFICACIÓN DEL ACUERDO DE ESCAZÚ

Sobre la base de mentiras, una escandalosa campaña de miedo y defensa de intereses en contra del bien común.

Publicado: 2020-10-21

Ayer martes, como de costumbre, fue un día no solo de cosas inverosímiles en el Congreso, como un nuevo trámite de pedido de vacancia presidencial, sino nefastas, porque la Comisión de Relaciones Exteriores decidió archivar la ratificación de la firma del acuerdo de Escazú.

Lo que resulta indignante es que el rechazo no fue sobre la base de argumentos discutidos y analizados con fundamentos, evidencia, alcances de jurisprudencia, casuística legal socio ambiental, aspectos o factores ecológicos, sociológicos, antropológicos, sino sobre la base de mentiras descaradas, campañas de susto. Del fujimorismo y la bancada Telesup, así como Acción Popular, la verdad, con todo lo que se ha visto no extraña, pero lo que algunos se preguntan es ¿qué pasó con el FREPAP? ¿No que es ecologista, que defiende a la gente del campo?

El FREPAP es el brazo político de los Israelitas, la iglesia del Nuevo Pacto Universal, una organización de colonos en distintos puntos de la Amazonía peruana que han sido acusados numerosas veces de depredación de bosques, ellos están establecidos por ejemplo en Iberia (Madre de Dios), una de las zonas con concesiones forestales más devastada del Perú; también en Alto Monte de Israel, en Loreto, otro caso impune de depredación de la Amazonía (y así se puede seguir señalando una larga lista más), con lo cual queda claro lo que se jugaba el FREPAP, cuya posición resulta claramente lo menos beneficiosa con nuestra Amazonía.

En las últimas dos décadas las enfermedades “zoonóticas”, es decir, originadas en animales y que luego se desarrollan en los seres humanos se han acelerado, un informe de la ONU de hace un par de meses en este año, calcula que los saltos de virus de huéspedes animales hacia los humanos (sin incluir la actual pandemia) han generado pérdidas económicas de más de 100 mil millones de dólares en los últimos 20 años, estamos hablando del ÉBOLA, SARS, MERS, no es solo el CORONAVIRUS.

En lo que va de los primeros 20 años del siglo XXI, epidemias (sin incluir el actual COVID) como el ÉBOLA, SARS, MERS han generado pérdidas económicas de más de 100 mil millones de dólares. ¿QUÉ TIENE QUE VER ESO CON LA DEFENSA DEL MEDIO AMBIENTE? MUCHÍSIMO.

El informe de la ONU lo tiene bien claro. Explotación de la vida silvestre, depredación de recursos, crisis climática, contaminación y extinción de ecosistemas, todo esto ya se sabía. Un montón de gente ya había advertido hace más de 10 años atrás de la inminencia de una pandemia zoonótica, entre ellos Bill Gates, la Fundación Rockefeller, hasta una película se hizo, CONTAGIO, EL 2011. Puede resultar para los que la vean como premonitoria, adivinatoria, pero en realidad no es así, el término más preciso es prospectiva.

Como humanidad estamos sometiendo a nuestro ecosistema a una presión que nos pone en un riesgo inmediato, no solo es el COVID y la pandemia actual, ni tampoco el Cambio Climático, que ya se advirtió, así como van las cosas, el planeta entrará en crisis ambiental, alimentaria y humanitaria en los próximos 20 años más o menos. Lo más probable es que sea una próxima y nueva pandemia también zoonótica (el COVID fue y es un aviso, quizá la última gran oportunidad de cambiar, de hacer las cosas diferentes, de mejorar).

Con lo sucedido ayer en la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso, el Perú, desperdició una gran oportunidad para empezar a cambiar para bien las cosas en materia ambiental y sanitaria. Sin embargo, se desperdició esa gran oportunidad.

Y como se dijo al inicio, no con argumentos o fundamentaciones racionales, sino con mentiras, como que si el Perú firma el acuerdo de Escazú entregará la soberanía del Amazonas (la palabra Amazonía ni siquiera aparece en el acuerdo) de hecho, el artículo 3 literalmente garantiza la soberanía de los Estados sobre su territorio. Otra afirmación fue que los conflictos ambientales que puede tener una comunidad con un proyecto minero, petrolero o de cualquier índole extractiva tendrían que ir a resolverse en La Haya. Para los que no lo saben, la Corte Internacional de La Haya solo admite procesos entre Estados. Por lo tanto, los opositores a Escazú nuevamente MIENTEN.

El objetivo de estas y otras mentiras fue engañar o dar “argumentos” a los congresistas, que solo leen tuits, y eso; para que se opongan a la ratificación del acuerdo, requisito para que pueda aplicarse en el Perú. Y ese objetivo logró su cometido ayer martes. Por lo tanto, nos hemos quedado fuera de Escazú, responsabilidad absoluta de varios intereses que van desde el FREPAP, pasando por Asociaciones de Militares en retiro, Colegio de Ingenieros y llegan obviamente a la CONFIEP, las sociedades de Minería, Petróleo, etc.

¿Hay oportunidad para corregir esto? Sí, el congresista Guillermo Aliaga de SOMOS PERÚ presentó una reconsideración, pero muy difícil (por no decir imposible) con este Congreso, todo parece indicar que no va a prosperar. ¿La sociedad civil puede hacer algo? Debería, pero en estos tiempos de pandemia y pandemonio la gente no tiene otra consigna que subsistir o sobrevivir, esperando a que vuelva pronto la “normalidad”, claro, hasta el próximo desastre. 

Otras pandemias, terremotos, fenómenos del niño o un sin fin de calamidades vendrán de afuera, pero el pandemonio lo haremos siempre nosotros si no cambiamos las cosas de una buena vez.

DETALLE DE LA VOTACIÓN QUE DECIDIÓ ENCARPETAR POR MAYORÍA LA RATIFICACIÓN DEL ACUERDO DE ESCAZÚ



Escrito por

Herless Alvarez Bazán

Trabajador textual por pago o por placer, sobre temas de ciencia, ecología, sociedad y cultura. Runner de caminos nuevos o no transitados.


Publicado en

ConCIENCIA

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